Una de las mas frecuentes formas de Miopía es la Miopía FUNCIONAL: llamada tambien “escolar”.
Esta miopía surge de un esfuerzo prolongado en visión próxima. Es decir, si un ojo tiene “predisposición a ser miope” (genéticamente), se hará miope en el momento en que se le exija un esfuerzo visual en visión próxima superior al habitual. Esto suele suceder por primera vez en la vida en la época de la escolarización, y es por éllo por lo que suelen aparecer miopías en esas edades. La explicación es bastante lógica: El ojo se hace miope simplemente para que el esfuerzo en visión cercana sea menor . Es decir, se sacrifica visión de lejos para obtener mayor comodidad en el cerca.
Se ha discutido mucho sobre el carácter hereditário de la miopía y todavia hoy hay polémica sobre el tema. Pero la opinión más extendida es que la miopía “es la adaptación típica del sistema visual a la visión de cerca”, desarrollada en mayor o menor medida dependiendo del componente genético própio de cada indivíduo. Será la interrelación entre la predisposición genética, el desarrollo y la influencia del entorno, lo que marcará el proceso de aprendizaje visual, en el sentido de aprender a ver igual que a caminar o a hablar. Si nuestros padres o abuelos han sido miopes, nuestra predisposición a serlo será mucho mayor, pero posiblemente si nos desenvolvemos en un entorno de espacios abiertos y largas distancias, no llegaremos a desarrollar la miopía (o por lo menos no tanto). Por otra parte, si no existen antecedentes familiares en este aspecto pero nos pasamos ocho horas diarias delante de un ordenador, probablemente podrá más, en el desarrollo de la miopía, la presión del medio que el factor hereditario. En otros casos, aparecerán pequeños grados de miopía en sujetos relativamente jóvenes sin antecedentes genéticos de miopía, por el contínuo y prolongado uso de la visión próxima. Muchos estudiantes universitarios acaban sus carreras con dos cosas que no tenían cuando empezaron: el título y las gafas.
En estos casos de Miopía FUNCIONAL se puede actuar para controlarla llegando incluso a paralizar su evolución. Las técnicas de Entrenamiento visual y las lentes especiales anti-fatiga pueden ayudarnos en este cometido. Es fundamental un buen exámen visual para saber ante que tipo de miopía nos encontramos y poder actuar en consecuencia.